09/10/2025
La nueva Ley Movilidad Sostenible, aprobada ayer en el Congreso de los Diputados, marca un antes y un después para los conductores españoles. Este ambicioso marco legislativo tiene como objetivo reducir las emisiones contaminantes y transformar el modelo de movilidad hacia uno más sostenible y eficiente.
Zonas de bajas emisiones y restricciones al tráfico
Uno de los puntos más destacados de la ley es la ampliación obligatoria de las zonas de bajas emisiones (ZBE) a todos los municipios con más de 50.000 habitantes. Esto significa que cada vez más conductores deberán adaptarse a restricciones de acceso en función de la etiqueta medioambiental de su vehículo. Los coches sin distintivo de la DGT tendrán limitada o prohibida la entrada a estas áreas urbanas.
Cambios en las etiquetas de la DGT
La ley insta a la DGT a modificar las etiquetas medioambientales. Deberá presentar antes de un año un análisis del sistema actual elaborado por varios ministerios: Interior, Transportes, Transición Ecológica y Economía. Además se consultará a las comunidades autónomas.
Fin de los coches de combustión
La ley también fija una fecha clave: a partir de 2035 no se podrán vender en España vehículos nuevos con motores de combustión interna. Aunque los vehículos actuales podrán seguir circulando, se espera una transición progresiva hacia modelos eléctricos, híbridos enchufables o propulsados por hidrógeno.
Impulso a la movilidad eléctrica
Para facilitar este cambio, el Gobierno fomentará la instalación de puntos de recarga en toda la red viaria, especialmente en áreas de servicio y aparcamientos públicos. Las ayudas a la compra de vehículos eléctricos se reforzarán y se incluirán incentivos fiscales tanto para particulares como para empresas.
Cambios para el transporte profesional
El sector del transporte profesional también será protagonista de esta transformación. La ley contempla planes específicos para modernizar flotas, mejorar la eficiencia energética y reducir el uso de combustibles fósiles. Se prevé apoyo económico a los transportistas que apuesten por vehículos eléctricos o de bajas emisiones.
Un desafío y una oportunidad
Para el mundo del motor, esta ley supone un reto, pero también una oportunidad. Adaptarse a las nuevas exigencias no solo beneficiará al medio ambiente, sino que también podría reducir costes de mantenimiento y consumo a medio plazo. Los conductores deberán estar más informados que nunca, planificar con antelación y aprovechar las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías.