16/12/2024, EsRadio, Libertad Digital
El Ayuntamiento de Madrid ha alcanzado una cifra récord en la recaudación de multas de tráfico, sumando un total de 211,4 millones de euros en el último año. Esta situación ha generado un amplio debate sobre la gestión de las sanciones de tráfico en la capital española, especialmente por la creciente presión que sufren los conductores y las implicaciones para la movilidad urbana.
Aumento histórico en la recaudación de multas
El crecimiento de la recaudación por multas de tráfico ha sido significativo en los últimos años. Este aumento está estrechamente relacionado con la aplicación de medidas de control de tráfico, como la implementación de zonas de bajas emisiones (ZBE) y la mayor presencia de radares de velocidad. Estas zonas de bajas emisiones, conocidas también como Madrid Central o Madrid 360, han provocado un notable incremento en el número de sanciones impuestas, ya que las multas por acceder sin el distintivo ambiental correspondiente ascienden a 200 euros, mientras que las multas por estacionamiento indebido suelen ser de 40 euros.
Según los últimos datos, las multas relacionadas con las ZBE representan cerca del 75% de la recaudación total, lo que pone de manifiesto la relevancia de esta normativa en el aumento de los ingresos municipales. Este tipo de sanciones ha crecido de forma considerable en los últimos años, especialmente tras la llegada al gobierno municipal de José Luis Martínez-Almeida. Desde su entrada como alcalde en 2019, la recaudación presupuestada por multas ha crecido de forma constante.
Comparativa con otras ciudades y contexto nacional
Para comprender la magnitud de este récord, es importante comparar la recaudación de Madrid con la de otras ciudades de España. Mientras que Madrid ha recaudado 211,4 millones de euros en un año, Barcelona, la segunda ciudad que más multas impone, solo ha ingresado 62 millones de euros en el mismo periodo. Esta diferencia es significativa, considerando que ambas ciudades tienen una cantidad de tráfico y una población de vehículos similares.
En el ámbito nacional, la DGT (Dirección General de Tráfico) recauda alrededor de 500 millones de euros en multas para toda España, excluyendo las competencias de recaudación en el País Vasco y Cataluña. Esto implica que el Ayuntamiento de Madrid recauda cerca del 40% de lo que ingresa la DGT en todo el país, lo que resulta llamativo considerando que sólo se trata de un municipio.
Impacto de las zonas de bajas emisiones y los radares
La normativa de las ZBE ha sido una de las medidas más polémicas para los conductores madrileños. Desde su implementación, los vehículos que no poseen el distintivo ambiental de la DGT tienen restringido el acceso a determinadas áreas de la ciudad. Esta normativa ha derivado en un gran número de sanciones, especialmente contra los conductores que acceden sin permiso o no se percatan de las restricciones.
Las multas de velocidad también han contribuido a este récord de recaudación. La ciudad de Madrid cuenta con una extensa red de radares de velocidad que, según las cifras, generan alrededor del 20% de las multas impuestas. Además, se han señalado problemas con la colocación y la señalización de estos radares, lo que ha llevado a la anulación de numerosas multas en los tribunales.
Controversia sobre la gestión municipal
El Ayuntamiento de Madrid ha sido criticado por su gestión de los ingresos por multas. Una de las principales críticas se centra en la falta de transparencia sobre el destino de este dinero. Según la normativa, los ingresos por sanciones deberían destinarse a mejorar la movilidad y la seguridad vial. Sin embargo, los presupuestos municipales no muestran una correlación directa entre los ingresos por multas y las inversiones en movilidad.
Otro aspecto polémico es la decisión del Ayuntamiento de recurrir las sentencias judiciales que anulan las multas. En muchos casos, los jueces han anulado las sanciones por fallos en la señalización o errores administrativos, pero el Ayuntamiento ha decidido seguir litigando, generando un coste adicional en concepto de costas judiciales. Este gasto, que debe ser asumido por las arcas municipales, ha sido objeto de críticas, ya que implica el uso de fondos públicos para defender sanciones anuladas.
El futuro de la recaudación de multas
De cara al futuro, se espera que la recaudación por multas siga siendo significativa. Las normativas de Madrid 360 prevén restricciones más severas para los vehículos contaminantes, especialmente para los que no poseen la etiqueta ambiental. Esta normativa, cuya aplicación estaba prevista para enero de 2025, ha sido prorrogada por un año más debido a la incertidumbre jurídica derivada de la impugnación de la normativa por parte de VOX.
El Tribunal Supremo podría pronunciarse sobre la validez de esta normativa en los próximos meses. Si el Tribunal Supremo anula la normativa, el Ayuntamiento podría enfrentarse a una situación compleja, especialmente en lo que respecta a la devolución de las sanciones impuestas bajo esta normativa.
Conclusión
El récord de 211,4 millones de euros recaudados por multas de tráfico en Madrid ha puesto en el foco la gestión de las sanciones y el destino de estos ingresos. Las zonas de bajas emisiones y los radares de velocidad han sido los principales responsables de este aumento histórico en la recaudación. A pesar de la promesa de José Luis Martínez-Almeida de eliminar Madrid Central, la realidad ha sido la aplicación de medidas más restrictivas que han incrementado la presión sancionadora.
La falta de correlación entre los ingresos por multas y las inversiones en movilidad también ha sido motivo de crítica, así como la decisión del Ayuntamiento de recurrir las sentencias que anulan las sanciones. El futuro de la recaudación por multas dependerá, en parte, de la decisión del Tribunal Supremo sobre la normativa Madrid 360, que podría redefinir las normas de acceso a la ciudad y la presión sancionadora sobre los conductores madrileños.