28/05/2021, La Razón, Germán Rodríguez Edrosa, Director General de Dvuelta
Si, no hay día en que alguno de los miles de clientes (profesionales y particulares) a los que prestamos servicio jurídico no nos manifieste temor o preocupación pos cuestiones de índole no legal, pidiéndonos promover algún tipo de “Acción popular” contara un sistema que cada vez les exige más y del que reciben menos. La última cuestión es eso del pago por vías de tránsito común, existiendo la posibilidad de que se extienda a toda la red nacional para desincentivar “la huida” de las vías desdobladas a las peligrosas secundarias.
Los conductores no podemos más. Se ha pretendido hablar de esto como si fuera un “debate”, cuando se trata de un compromiso del Gobierno para poder acceder a los fondos europeos para la recuperación. Así que de debate nada.
Y luego están los argumentos: hay que invertir en el mantenimiento de las vías, y eso tienen que pagarlo os usuarios. Cómo si no lo hubiéramos pagado ya, vía impuestos, el mantenimiento y la construcción.
Por hacer un par de números: las necesidades de financiación del mantenimiento de las vías son de 1.800 millones de euros (de los que ya se gastan 900), mientras que la automoción ingresa en las arcas del Estado por distintos conceptos una cifra superior a 30.000 millones de euros anuales ¿De verdad que no lo estamos pagando ya, si se comparan los 900 millones necesarios con los 30.000 recaudaos? Y eso, sin contar con el efecto en la subida del transporte y el impacto en el empleo, cifrado en 5.000 personas en el sector del transporte por carretera.
Además, quiero poner el acento en que los impuestos no son finalistas; así que las constructoras que se lo tomen con calma por que si esperan sacar tajada de este sablazo al conductor pueden esperar sentados. Lo que se saque irá a una caja común y ya veremos liego lo que toca a las carreteras; que será muy probablemente lo mismo que se dedica ahora. Tengámoslo claro y llamemos a las cosas por su nombre: no es un peaje, es un impuesto.