Recursos multas 900 900 774 Reclamación Accidentes 900 835 050 Nosotros te llamamos
Síguenos En Facebook En twitter En Instagram En Youtube En Linkedin
La DGT batalla para eliminar el margen de 20 km/h para adelantar en vías secundarias

02/07/2021, Faro de Vigo, R. Prieto

El 90% de los accidentes de tráfico mortales ocurridos en las carreteras gallegas se producen en vías secundarias. Son las más peligrosas por su sinuosidad y por la confianza que generan a los conductores ya que son vías que se usan de manera frecuente y, en consecuencia, los usuarios son más propensos a pisar más el acelerador y a caer en despistes. Tráfico se propuso reducir en torno a un 10% la siniestralidad en las carreteras convencionales con la rebaja del límite de velocidad a 90 km/h, en vigor desde enero de 2019. Logrado el objetivo, el departamento de Pere Navarro quiere dar un paso más y eliminar los 20 km/h adicionales de velocidad que se permiten para los adelantamientos en este tipo de vías, un margen que no existe en ningún otro país de la UE. Ante la cruzada de colectivos automovilistas y moteros contra esta reforma aprobada en primera vuelta por el Consejo de Ministros el pasado mes de noviembre y ya remitida a las Cortes, las víctimas de accidentes de tráfico se movilizan para instar a los partidos en el Congreso que den ya luz verde al fin del margen de velocidad en los adelantamientos.

“No hay estudios que puedan contradecir que a más velocidad, más accidentes; las carreteras pueden perdonar errores, pero no los riesgos que se asumen”, advierte Jeanne Picard, delegada de Stop Accidentes en Galicia.

“Viendo cómo es nuestra red secundaria, nos parece increíble que se pueda llegar a circular a 110 km/h”, cuestiona Picard tras advertir de que incluso el límite genérico a 90 km/h le parece elevado.

Tráfico, que todavía no tiene fecha para la reforma, advierte de que esta permisividad a turismos y motocicletas a la hora de adelantar en la red secundaria “incita a superar” los límites en la circulación. Sin ese margen, sostienen desde la DGT, se evitarán riesgos innecesarios y habrá menos colisiones frontales en este tipo de vías.

Pero colectivos de automovilistas y moteros difieren del análisis de Tráfico y aseguran que al contrario del objetivo que se persigue, la medida provocará un aumento de los accidentes con víctimas por choque frontal al afrontar una maniobra que –apuntan– durará tres veces más (de 2,52 segundos en el carril contrario con el límite a 110 km/h se pasaría a 7,56 con la supresión del margen) y la distancia recorrida se multiplicaría por 2,5 (112 metros más), según un estudio encargado por DVuelta, entidad dedicada a la defensa de los conductores promotora de recursos contra las multas de Tráfico.

Las víctimas lo tienen claro. Al reducir en 20 km/h la velocidad para poder adelantar en la red convencional, se podrá hacer cuando las condiciones los permitan. “¿Por qué hay que asumir riesgos? Si no se puede, no se invade el carril contrario y no se adelanta. Sin tiempo y visión suficiente no se puede adelantar, habrá que esperar a que haya un tramo con carril de adelantamiento”, sentencia la delegada de Stop Accidentes en Galicia. “Se trata de hacer un adelantamiento seguro; el factor tiempo no es un argumento válido ya que la ecuación tiempo con velocidad significa más riesgo y todos sabemos que la velocidad excesiva mata”, argumenta Picard.

Carreteras de 2+1 carriles para reducir la siniestralidad

Desde la Fundación Mapfre, el director del Área de Prevención y Seguridad Vial, Jesús Monclús, apuesta por las carreteras 2+1 como alternativa para adelantar en las secundarias, las que concentran el mayor número de fallecidos y donde más del 25% son por choques frontales y fronto-laterales. Monclús ve prioritaria la transformación de las vías convencionales de 1+1 carriles (uno para cada sentido) en vías 2+1 en donde cada 8-10 km se van alternado los carriles: primero dos en un sentido para posibilitar los adelantamientos y uno en el sentido contrario, y luego al revés. “Entre ambos sentidos de circulación –detalla– se erige una barrera de separación, cuyo diseño debe ser compatible también con la seguridad de los motociclistas”.