03/04/2024, El Mundo, Félix Cerezo
«El coche privado es enemigo de la gran ciudad; la contamina, roba espacio a peatones y ciclistas. Hay que expulsarlo de ella» se oye decir, cada vez más. Pues algún político se va a arrepentir. Solo en 2023, Madrid obtuvo más de 60 millones por el aparcamiento regulado, y otros 200 millones en 2022 con multas, según un estudio de la empresa de defensa de los automovilistas Dvuelta.
La gallina de los huevos de oro
Ahora, una de sus homólogas, Automovilistas Europeos Asociados (AEA) ha puesto el foco en la gallina de los huevos de oro para los Ayuntamientos: el ITVM (Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica), un tributo creado hace 34 años para sustituir al Impuesto de Circulación, también conocido como 'el numerito'.
Cuando acabe este año, AEA estima que este tributo -al que están obligados los titulares de los 37,8 millones de vehículos censados en España, circulen o no con ellos- habrá engordado las arcas municipales en 3.900 millones de euros.
Distintas estrategíias
Aunque más allá de un número tan grueso, AEA hace hincapié en las estrategias que usan los municipios para gestionarlo, desde los que optan por cobrar el máximo permitido; a quienes están en un término medio y terminando por aquellos que crean paraísos fiscales y matriculan decenas de miles de coches, aunque su población sea de unos pocos centenares de habitantes.
Por ejemplo, en Melilla el importe que corresponde a un turismo medio -de entre ocho y 11,99 CVF (caballos fiscales de potencia, no confundir con los que le dice la marca)- es de 17,04 euros, en Santa Cruz de Tenerife se dobla hasta los 34,88 euros y en San Sebastián se multiplica por cinco, llegando a los 87,93 euros.
Madrid y Barcelona, diferencias hasta el 900%
Y si hacemos la comparación dentro de una misma provincia encontramos que en Barcelona hay poblaciones que cobran ocho veces menos que la capital (8,52 euros frente a 68,16); y siete veces menos si la provincia estudiada es Madrid.
De inicio, el impuesto tiene una tarifa mínima que se paga en función de la potencia fiscal si es un turismo; según la cilindrada en las motos y según el peso o los asientos en camiones y autobuses. Pero, luego, la ley permite incrementar discrecionalmente esas cuotas, bonificarlas hasta un 75% según la propulsión del vehículo e incluso dejarlo exento si es histórico.
Más de 37 coches por habitante
Esto, unido a que desde el año 2000 el sistema de matriculación no contiene identificador provincial, con los problemas que eso conllevaba, termina «por desvirtuar el sistema tributario local dando lugar a verdaderos paraísos fiscales», denuncia AEA. Y es que esos municipios, con una mejor fiscalidad, atraen a empresas de alquiler y de renting que abren sucursales para matricular miles de vehículos que nunca pisarán sus calles. «Pero a los ayuntamientos les toca la lotería del 'numerito'». Un particular podría hacer lo mismo, pero no compensa empadronarse solo para eso.
Los 27 paraísos fiscales
En concreto, se han identificado hasta 27 municipios que siguen esta estrategia. Diez (nueve en Madrid y otro en Gran Canaria) concentraron en 2023 el 40% de las matriculaciones de coches de empresa, casi 250.000 unidades. Como muestra, un botón: en Rozas de Puerto Real (Madrid), es como si cada uno de sus 578 habitantes hubiese 'comprado' más de 37 coches, 21.464 en total. Es decir, una tasa de motorización impensable para países como EEUU o Japón.
Casi 38.000 millones de impuesto
Un ultimo apunte para volver al principio de este artículo. Siendo importante, el impuesto de Circulación es el chocolate del loro de lo que recauda el Estado en general gracias al automóvil. Según la última memoria de la patronal de fabricantes Anfac, las tasas e impuestos vinculados a este sector aportaron unos ingresos públicos de 39.177 millones de euros en 2022, un 13,2% más que un año antes.
De esa cifra, el grueso fueron los 24.248 millones procedentes del IVA y los impuestos especiales vinculados a los carburantes, que fueron a parar a los bolsillos del Estado. Los Ayuntamientos se llevaron su pellizco con el IVTM y hasta las CCAA hicieron caja: 578 millones gracias al impuesto de Matriculación.
Las ciudades más baratas
Los titulares de vehículos que menos pagan son los de Santa Cruz de Tenerife, Melilla, Ceuta, Zamora, Palencia, Badajoz, Cáceres y Jaén. Están entre 17 y 54€.
Las más caras
Además de San Sebastián, el informe señala que las ciudades que cobran más son Vitoria, Bilbao, Barcelona, Tarragona, Lleida, Palma, Ciudad Real, Valladolid, Huelva, Granada y Murcia. Rondan los 70€ .