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Profunda paradoja legislativa con protocolos anticontaminación del Ayuntamiento de Madrid

08/10/2018

Los protocolos anticontaminación del Ayuntamiento castigan la movilidad de los vehículos eléctricos.

Ya desde el Escenario 1 (el menos restrictivo) se produce la paradoja de que el protocolo anti contaminación del Ayuntamiento de Madrid castiga a los vehículos que no contaminan: los eléctricos, según denuncia Dvuelta , entidad dedicada a la defensa de los conductores. ¿Cómo puede ser posible –se pregunta Dvuelta, si se trata de incentivar el uso de vehículos menos contaminantes, o de cero emisiones? La limitación a 70 km/h de velocidad en la M30 y M40 en los accesos a Madrid no distingue entre los vehículos que más contaminan y los que no emiten: es para todos. Si la limitación es para reducir emisiones, ¿por qué se aplica a los coches que no producen emisiones de ningún tipo? Puede ser, claro está, que detrás de la limitación de velocidad se esconda cierto afán recaudatorio, y se use la contaminación como excusa para aumentar los ingresos por multas como, de hecho, ya ha sucedido, de manera muy notable, en las dos ocasiones anteriores en que hubo aplicación de protocolos anticontaminación.

“Apartheid” vial Además, la obligatoriedad de exhibir la categoría medioambiental del vehículo (cuando la DGT las emitió para ser colocadas de forma voluntaria) tiene como único objeto crear un marco discriminatorio hacia aquellos titulares que no tienen los medios económicos suficientes para adquirir un ecológico pero caro coche híbrido o totalmente eléctrico: un “apartheid” vial. Se prima al que más tiene y se castiga al modesto, instaurando un modelo de “desigualdad vial” que, a la postre, derivará en “desigualdad circulatoria”, puesto que el etiquetado tiene como objeto la restricción para circular por determinadas áreas y/o en determinadas circunstancias de los vehículos menos ecológicos.

Desde Dvuelta hubiéramos preferido acciones más eficaces si realmente se pretende rebajar las emisiones, como incentivar, mediante subvención directa, la adquisición de vehículos menos contaminantes; por no hablar de una regulación mucho más estricta con las muchas y muy contaminantes calderas de calefacción de carbón y gasoil que aún existen en la ciudad. Y es la presencia de estas calderas lo que provoca que los protocolos anticontaminación siempre deban ser aplicados en invierno. ¿Nadie había reparado en ello? En todo caso, si de verdad queremos menos emisiones de vehículos habría que empezar hablando de una extensa red de “electrolineras”.